____(tn).
La música resonaba en mis tímpanos. La gente pegada y sudada se rozaban mientras bailaban. A lo lejos vi una muchacha rubia de pelo corto seduciendo a un hombre bastante mayor, me fije en la mano de la muchacha y estaba recorriendo el pantalón del hombre en busca de el bolsillo. Una ladrona. Intenté salir de la muchedumbre que me abrumaba y salí a zancadas del lugar.
Salí por la puerta trasera, la que daba a un callejón oscuro y lleno de cubos de basura. Escuché unos quejidos a mis espaldas. Era la muchacha rubia, el hombre la estaba obligando a hacerle algo no muy agradable.
-Eh-grité a la par que me acercaba a ellos-
Aparté a la muchacha y esta cayó de culo al mojado suelo por la lluvia. Agarré al hombre de la nuca violentamente y suspiré en su cara congelando así ésta. Cayó al suelo como un pesado saco de ropa. Me di la vuelta sin apenas mirar a la muchacha y seguí mi camino.
-No irás a dejarme aquí...-dijo una voz femenina apagada-
Suspiré pesadamente y la recargué en mi hombro, ésta se dejó como si fuera una muñeca de trapo y me encaminé a toda prisa hacia una casa abandonada donde vivía.
Llegué a la casa y la tumbé sobre un sofá polvoriento y cubierto con una blanca sábana.
Subí escaleras arriba hacia una cama que había podido reconstruir y me tiré sobre ella y dormí plácidamente esperando al día siguiente.
-¿Dónde cojones estoy?-me despertó un gritito agudo de la parte de abajo de la casa-
Me levanté rápida y bajé con sosiego. La muchacha tenía la peluca por el suelo, y su cabello era negro intenso con un par de mechas rubias que caían por toda su cabeza, tenía los ojos azules y una nariz respingona.
-¿Dónde estoy?-dijo con desesperación- ¿quién eres?
-Soy ___(tn)-dije tranquila mientras me sentaba en el sofá- y estás en mi casa.
-¿Cómo he llegado aquí?-dijo la muchacha mientras se paseaba por la sala-
-Un viejo parece que no quería hacer cosas buenas contigo, ladrona-dije borde y seca-
-Eh-dijo la muchacha ofendida- no soy una ladrona, intento sobrevivir-posó su mirada en el fondo de la habitación- ya lo recuerdo... ¡tú hiciste algo! le helaste la cabeza-gritó de repente- oh, cielos-se apartó aun más de mi en un saltito- me vas a matar.
-Cálmate-dije mientras la miraba con soberbia- no te pienso matar, ladrona.
-Me llamo Kenzi, no ladrona-dijo agobiada- ¿qué coño eres?
-Soy cyrokinetika.
-¿Y eso qué es?-dijo curiosa-
Levanté mi mano izquierda y toqué un pequeño charco de agua que se encontraba a centímetros del sofá, de mi mano salió unos pequeños copos de nieve y helaron el agua.
-La madre que me parió-dijo Kenzi sin apartar la mirada del charco- ¿qué más puedes hacer?
-Varias cosas más-dije sin darle importancia- ahora ya te puedes ir.
-Pero...-dijo con una voz entristecida- ¡podríamos formar un equipo!, necesitarás un agente para organizarte todo.
-Yo voy sola, Kenzi-dije en un largo suspiro-
-Venga, podría servir-dijo haciendo pucheros-
-No quiero que me robes-dije irónica y retorcida-
-Me ofendes-suspiró con resignación- oh, por favor, las dos estamos solas y podría ser genial.
-Me lo pensaré-dije divertida-
Kenzi se sentó a mi lado con una sonrisa esplendida, aun que no lo sabía la muchacha no tendría más de veintidós y parecía que había estado bastante tiempo perdida por las calles y sola, vestía oscura y algo punky, era una mezcla entre gótica y punky.
La muchacha hacia gestos que demostraban que estaba algo nerviosa, creo que aun teme que le haga algo, y por favor, no me interesa, parece buena chica.
Una fuerte patada en la puerta seguidos por fuertes pasos se adentran dentro de la morada. Kenzi da un salto y se levanta después de mi y nos miramos las dos a la vez, temerosas.
Dos hombros vestidos de negro, altos y muy fornidos me agarran a la fuerza y me llevan lejos de Kenzi.
-¡___(tn)!-escuché gritar a la muchacha-
Me ataron de manos y pies y me vendaron los ojos. Sentí como abrían una puerta de un vehículo y me tiraban de mala manera dentro de éste.
Los hombres susurraban algo que no lograba escuchar con nitidez. Pararon de golpe y salieron rápido del coche agarrándome de los hombros de mala manera. Me obligaron a caminar y cuando ya teníamos unos metros recorridos, me sacaron las vendas.
-¿Es ella?-dijo un hombre de pelo castaño, con algo de entradas y ojos verde intenso, era alto, e iba vestido completamente de negro-
-Sí, señor-dijo uno de los hombres que me tenía agarrada fuertemente de las muñecas-
-Soy Des Styles-dijo el hombre de pelo castaño- jefe del clan Kyo.
-¿Y a mi eso me importa?-dije mirándole con cara de asco-
-Debería querida-dijo el hombre con soberbia- debería.
miércoles, 26 de marzo de 2014
sábado, 1 de marzo de 2014
Capítulo 1: Dreams.
Las calles frías de Londres estaban completamente vacías, caminaba con la vista plasmada en las casas abandonadas y los coches en llamas, el clan Kyo, mi clan, se había hecho de nuevo con otro barrio de faes. De repente, y sin darme cuenta, choco con una muchacha que al rozar su piel contra la mía, me transmite frío y la piel del brazo que a rozado su piel, se va volviendo cada vez más azul, ¿qué cojones pasaba? Dirigí mi mirada hacia la chica y observé mejor sus facciones su tez era blanca como la nieve, aun que su piel era suave y lisa, no se apreciaba ninguna imperfección, su pelo era un negro intenso, como la noche, y una mecha blanca se escapaba por la parte delantera de su pelo, sus ojos eran grandes y expresivos, de color azul intenso, me quedé observando su rostro por unos instantes, hasta que mi brazo se tornó de un color más azul haciendo que doliera, y mucho. La chica no decía nada, solo observaba esa escena sin articular palabra.
-¿Qué cojones me has hecho?-dije con una cara de horror y dolor-
-Un castigo-dijo con cara de póquer- tu clan hizo esto ¿no?
-Así es-dije con una sonrisa maliciosa y con orgullo-
-Bien-fue lo único que dijo, seca, sin ningún sentimiento, nada-
Se dirigió hacia el grupo de Kyo's que estaban destrozando edificios y suspiró. De entre sus gruesos labios salió una pequeña ventisca y se dirigió a toda velocidad hacia los Kyo's, levanté mi mano, la única que me quedaba útil, pues la otra se estaba cangrenando, y de mi mano, salió una llamarada de fuego dirigida hacia la chica, esta rápida se giró y congeló mi fuego con un movimiento de brazo, simple y rápido, me quedé helado, mi cuerpo se enfriaba, y el resto de Kyo's estaban helados, azules y con rastro de nieve en su pelo, no se movían, no hacían señal se que estuvieran vivos, nada.
-Tranquilo-dijo la muchacha al ver mi cara de horror- no están muertos, recuerda, los fae nos inmortales-dijo con soberbia en su voz-
-¿Quién eres?-dije con la voz firme y ronca, aun que mi cuerpo iba bajando de temperatura por segundos-
-La pregunta-dijo mientras se acercaba fugazmente a mi- es quien eres tú-ella ya se encontraba a milímetros de mis labios, podía notar el frío en estos y su aliento helado-
-Yo soy Harry Styles-dije en un susurro, pues lo único que quería en estos momentos era besar sus fríos labios-
La muchacha fría se fue acercando lentamente a mi, se tuvo que poner de puntillas, pues yo era una cabeza y media más alto que ella, rodeó mi ahora helada nuca con sus manos de hielo y acarició con su lengua mi labio inferior para luego...
-¡Harry!-dijo una voz completamente reconocible para mi- despiértate, debemos ir a entrenar.
Gemí en respuesta, mi hermana Gemma siempre llegaba en lo mejor del sueño, no podía llegar cuando esa fría muchacha congelaba a nuestra familia.
-Harry...-dijo a modo de regañina. Sabía que su pelo estaba cambiando a rojo fuego, pues siempre cambia según su estado de humor-
-Ya voy-dije en un susurro, notaba mi boca pastelosa y eso sentirlo por las mañanas, me encantaba-
-Te espero en el campo de entrenamiento-dijo algo más serena y dulce, segundos después, escuché como la puerta de mi habitación se abría y cerraba-
Me levanté a duras penas de mi gran cama para dirigirme hacia el enorme baño y darme una ducha, después de mi ducha, me dirigí a mi armario para elegir la ropa de hoy, entreno de pyroteknika, escogí unos vaqueros negros, bastante rotos de las piernas, unas convers negras, una camiseta negra y mi chaqueta de cuero favorita, despeiné un poco más mis rizos y me dirigí hacia el campo. Por el pasillo me encontré con Lana, una pyrokinetika realmente caliente en la cama, la sonreí coquetamente y ella me lanzó un beso al aire, la podía tener las veces que quisiera en mi cama, pues ella a pasado por la cama de todos los chicos del clan.
Llegué al campo, el cual no se encontraba muy lejos de la mansión de los Kyo, estaba vallado, y tenía un par de dianas, muñecos de paja y armas de hierro para usar con el fuego, me dirigí hacia mi hermana, la cual estaba intentando hacer una llamarada con su mano, y lo poco que le salía era un hilito, reí cuando me encontraba a su lado y le hice una pequeña demostración de como se hace, pues ella, aun que es la mayor, soy yo el que controla mejor el fuego.
-Que asco te tengo-dijo de repente mirando como el muñeco de paja ardía por mi llamarada-
-Sabes que no-dije divertido- oye, Gemm-dije de repente, bajando la cabeza nervioso-
-Dime-dijo mi hermana mientras dirigía su verde mirada hacia mi-
-¿Conoces a una fae del frío con una mecha rubia en el pelo?-dije mientras levantaba la cabeza y mirada hacia su cara-
-¿De nuevo el sueño con la chica fría?-dijo mientras sonreía ridículamente-
-¿Cómo sabes que no es la primera vez?-dije abriendo mis ojos a más no poder-
-Lana-dijo en un suspiro- se puede colar en los sueños de la gente, y ella me cuenta todo lo que sueñas-suspiró pesadamente y cerró levemente los ojos- esa muchacha existe Harry, es neutral y poderosa, papá lleva días siguiendo sus movimientos, quiere que pase al clan oscuro de los fríos.
Me quedé callado y asentí con la cabeza como un completo imbécil. Esa chica existía, era neutral y estaría con la oscuridad.
Mi sueño es una completa estupidez, pues el calor y el frío, nunca han sido buenos amigos.
-¿Qué cojones me has hecho?-dije con una cara de horror y dolor-
-Un castigo-dijo con cara de póquer- tu clan hizo esto ¿no?
-Así es-dije con una sonrisa maliciosa y con orgullo-
-Bien-fue lo único que dijo, seca, sin ningún sentimiento, nada-
Se dirigió hacia el grupo de Kyo's que estaban destrozando edificios y suspiró. De entre sus gruesos labios salió una pequeña ventisca y se dirigió a toda velocidad hacia los Kyo's, levanté mi mano, la única que me quedaba útil, pues la otra se estaba cangrenando, y de mi mano, salió una llamarada de fuego dirigida hacia la chica, esta rápida se giró y congeló mi fuego con un movimiento de brazo, simple y rápido, me quedé helado, mi cuerpo se enfriaba, y el resto de Kyo's estaban helados, azules y con rastro de nieve en su pelo, no se movían, no hacían señal se que estuvieran vivos, nada.
-Tranquilo-dijo la muchacha al ver mi cara de horror- no están muertos, recuerda, los fae nos inmortales-dijo con soberbia en su voz-
-¿Quién eres?-dije con la voz firme y ronca, aun que mi cuerpo iba bajando de temperatura por segundos-
-La pregunta-dijo mientras se acercaba fugazmente a mi- es quien eres tú-ella ya se encontraba a milímetros de mis labios, podía notar el frío en estos y su aliento helado-
-Yo soy Harry Styles-dije en un susurro, pues lo único que quería en estos momentos era besar sus fríos labios-
La muchacha fría se fue acercando lentamente a mi, se tuvo que poner de puntillas, pues yo era una cabeza y media más alto que ella, rodeó mi ahora helada nuca con sus manos de hielo y acarició con su lengua mi labio inferior para luego...
-¡Harry!-dijo una voz completamente reconocible para mi- despiértate, debemos ir a entrenar.
Gemí en respuesta, mi hermana Gemma siempre llegaba en lo mejor del sueño, no podía llegar cuando esa fría muchacha congelaba a nuestra familia.
-Harry...-dijo a modo de regañina. Sabía que su pelo estaba cambiando a rojo fuego, pues siempre cambia según su estado de humor-
-Ya voy-dije en un susurro, notaba mi boca pastelosa y eso sentirlo por las mañanas, me encantaba-
-Te espero en el campo de entrenamiento-dijo algo más serena y dulce, segundos después, escuché como la puerta de mi habitación se abría y cerraba-
Me levanté a duras penas de mi gran cama para dirigirme hacia el enorme baño y darme una ducha, después de mi ducha, me dirigí a mi armario para elegir la ropa de hoy, entreno de pyroteknika, escogí unos vaqueros negros, bastante rotos de las piernas, unas convers negras, una camiseta negra y mi chaqueta de cuero favorita, despeiné un poco más mis rizos y me dirigí hacia el campo. Por el pasillo me encontré con Lana, una pyrokinetika realmente caliente en la cama, la sonreí coquetamente y ella me lanzó un beso al aire, la podía tener las veces que quisiera en mi cama, pues ella a pasado por la cama de todos los chicos del clan.
Llegué al campo, el cual no se encontraba muy lejos de la mansión de los Kyo, estaba vallado, y tenía un par de dianas, muñecos de paja y armas de hierro para usar con el fuego, me dirigí hacia mi hermana, la cual estaba intentando hacer una llamarada con su mano, y lo poco que le salía era un hilito, reí cuando me encontraba a su lado y le hice una pequeña demostración de como se hace, pues ella, aun que es la mayor, soy yo el que controla mejor el fuego.
-Que asco te tengo-dijo de repente mirando como el muñeco de paja ardía por mi llamarada-
-Sabes que no-dije divertido- oye, Gemm-dije de repente, bajando la cabeza nervioso-
-Dime-dijo mi hermana mientras dirigía su verde mirada hacia mi-
-¿Conoces a una fae del frío con una mecha rubia en el pelo?-dije mientras levantaba la cabeza y mirada hacia su cara-
-¿De nuevo el sueño con la chica fría?-dijo mientras sonreía ridículamente-
-¿Cómo sabes que no es la primera vez?-dije abriendo mis ojos a más no poder-
-Lana-dijo en un suspiro- se puede colar en los sueños de la gente, y ella me cuenta todo lo que sueñas-suspiró pesadamente y cerró levemente los ojos- esa muchacha existe Harry, es neutral y poderosa, papá lleva días siguiendo sus movimientos, quiere que pase al clan oscuro de los fríos.
Me quedé callado y asentí con la cabeza como un completo imbécil. Esa chica existía, era neutral y estaría con la oscuridad.
Mi sueño es una completa estupidez, pues el calor y el frío, nunca han sido buenos amigos.
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