miércoles, 23 de abril de 2014

Capítulo 4: You are strong.

____(tn). 


-Bienvenida, querida-dijo Des al abrir la puerta del todo- adelante, Abel y David te están esperando.

Me adentré a la fábrica con Kenzi a mis espaldas. La muchacha observaba todo a su al rededor con una pequeña mueca de terror. Des me adelantó con paso firme y me abrió las grandes puertas que estaban a metros de mi. Al abrir las puertas de acero, observé su interior, en éste, habían dos muchachos demasiado altos, me sacaban tres cabezas, eran fuertes, con unos músculos impresionantes. Los dos eran morenos de ojos oscuros, y al final de sus manos una bola de fuego en cada uno tenían. Estaban muy serios, demasiado. Kenzi quedó parada mi lado, observándolos fijamente. 

-Dioses-susurró mi amiga- buena suerte, ___(tn). 
-Gracias-susurré a la par acompañándolo con una sonrisa- 

Encima del pequeño campo de batalla había como unas gradas en las que había mucha gente sentada. Casi todos iban vestidos de negro. Me fijé en la primera fila. Estaba él. Estaba Harry. Observándome con una sonrisa juguetona. 

-El duelo será a muerte-comenzó a hablar una mujer sentada en las gradas- si ___(tn) gana, podrá seguir siendo neutral-la mujer rubia hizo una pequeña pausa y me miró fijamente- pero si pierde, tendrá que elegir una bando.

Des y Kenzi se hicieron a un lado y los muchachos se empezaron a acercar sin cambiar su mueca. Di un paso al frente y la lucha comenzó. Comencé por helar el suelo, en una rápida táctica, uno de ellos lo deshizo con fuego. Rápido, corrí y salté sobre uno de ellos congelando así su cabeza. Cayó tendido al suelo blanco como la nieve. El otro muchacho me agarró por detrás y me quemó la tripa y ambos brazos. Caí adolorida al suelo. ''¡Vamos ____(tn)!'', escuché la voz de Kenzi a mis espaldas. Me levanté a duras penas y le di la cara al muchacho. Éste tenía preparado sus manos, cubiertas por llamaradas de fuego, en un rápido movimiento, formé una pared de hielo entre él y yo. Éste con sus manos lo deshizo en un abrir y cerrar de ojos. Se acercaba con una traviesa sonrisa dibujada en la cara. Corrió y me agarró del cuello con tanta fuerza que me hizo caer de espaldas al suelo, éste, se puso sobre mi y comenzó ha apretar mi yugular con una fuerza tremenda, el aire de mis pulmones iba descendiendo, y sentía como de un momento a otro dejaría de respirar oxigeno. Con las pocas fuerzas que me quedaban, levanté mi mano derecha y congelé su cabeza. La presión en mi cuello fue descendiendo, y el cadáver del muchacho cayó sobre mi cuerpo. Tosí varias veces y inhalé todo el oxigeno que mis pulmones tenían capacidad. Aparté su cuerpo a un lado y me levanté a trompicones. 

-Dioses-dijo Kenzi corriendo hacia mi- has estado genial-la muchacha me abrazó fuertemente y me dejé caer en sus brazos, estaba agotada- 
-Fabuloso-dijo Des a la par que aplaudía con soberbia- no te veía capaz de conseguirlo. 
-Pues lo ha conseguido-dijo Kenzi mirando con asco a Des- y a machacado a esos dos. 
-Bien-habló de nuevo la mujer sentada en las gradas- sigues siendo neutral, enhorabuena. 

Sonreí hacia la mujer. Mi mirada se posó en Harry. Sus labios estaban curvados, formando una divertida sonrisa, me guiñó uno de sus ojos verde intenso y seguidamente se mordió su labio inferior. Rodé los ojos. Era muy atractivo sí, pero bastante idiota. Los brazos de Kenzi me rodearon de nuevo. 

-Vayámonos a casa-dijo mi amiga en un pequeño susurro- 

Sin responderla, pasé uno de mis brazos por sus hombros, y comenzamos a andar camino a nuestro ''hogar'', si se podía llamar de alguna manera. El camino hacia casa fue largo, pero silencioso, un silencio cómodo, acogedor, un silencio que se necesitaba. 
Llegamos a nuestro llamado hogar y nos adentramos en éste cansadas, nos tumbamos en el polvoriento sofá. 

-Si vamos a vivir aquí-comenzó a hablar Kenzi- tendremos que limpiar y comprar muebles. 
-¿Con qué dinero, Kenzi?-dije con un tono algo borde- 
-Con mis ahorros-dijo acompañando la frase con una risita- 
-¿El de tus robos?-dije en un suspiro- ese dinero no es nuestro. 
-Ahora sí-dijo Kenzi sacando una cartera bastante gruesa del bolsillo trasero de su pantalón, la abrió y empezó a contar- aquí hay por lo menos quinientas libras. 
-Kenzi...-suspiré pesadamente- tendremos problemas. 
-Nadie sabe que he sido yo la ladrona-dijo guardando de nuevo el dinero dentro de la cartera-soy muy sofisticada robando. 
-Está bien...-dije ya cansada de sus insistencias- 
-He visto antes como te miraba ese tal Harry-dijo en un cantito- es muy guapo. 

Sonreí tontamente. La verdad es que sí, era muy guapo. Pero lo más cerca que podremos estar el uno del otro, será como estuvimos ayer. Somos enemigos naturales, nada cambiará. Nada. 


viernes, 4 de abril de 2014

Capítulo 3: Love between different.

Kenzi. 

Corrí lo más rápido que pude detrás de la furgoneta negra en la que metieron a ___(tn). Fue imposible alcanzar hacia donde iba. Mis piernas temblaban del cansancio y de un momento a otro caería. Coño. Ya sé. Llamaré a Mark, él controla desde su ordenador todos y cada uno de los vehículos de Londres con un dispositivo. Todos los vehículos vienen con ese dispositivo de fábrica, y Mark es el único que sabe hackearlo. Saqué mi móvil del bolsillo a toda prisa y marqué. 

-Inicio de conversación telefónica- 

-¿Qué pasa, Ken?-dijo nada más descolgar su teléfono- 
-Necesito que me hagas un favor-dije mirando hacia los lados mientras intentaba poner en orden mi respiración- 
-¿Cuál?-dijo en un suspiro- vamos, Ken, joder.
-¡Me lo debes, Mark!-dije enfadada. Pues hace unos meses le salvé el culo de una de las tantas mafias que le persiguen- 
-De acuerdo-dijo cediendo con la voz calmada- ¿qué es? 
-Necesito que me localices una furgoneta negra-dije mordisqueandome el labio- 
-¿Tienes su matricula?-dijo él mientras escuchaba de fondo el sonido de unas teclas- 
-Oh...-quedé callada unos instantes, intentando recordar la fila de números- creo que era 4578M. 
-Está bien-y lo único que escuché en los siguientes segundos fue sonidos de teclas bastantes rápidos- está en una casa bastante alejada, más que una casa es una mansión, está al lado de la fábrica de textil, a las afueras de Londres. 
-Gracias, Mark, te debo una-dije rápido para colgar después- 

-Fin de la conversación telefónica- 

Guardé mi móvil de nuevo en el bolsillo y a paso rápido me dirigí hacia la fábrica de textil, hacia fresco, acabábamos de entrar en primavera y el aire fresco chocaba contra mi cara. 
Esquivaba rápidamente a las personas que caminaban por las calles. En veinte minutos llegué, corrí algo más lejos de la fábrica y me encontré con un campo de paja con muñecos completamente vallado, divisé un pequeño agujero y rápido me colé por éste, corrí campo a través hasta toparme con una enorme mansión. Desde dentro se escuchaban gritos, entré rápido por la puerta y corrí escaleras arriba guiándome por los gritos. Éstos venían de la habitación del final de un largo pasillo, sin pensármelo dos veces, entré en la habitación. 
Oh, mi puta madre. En esa habitación tenían a ___(tn) atada a una silla de madera y estaban quemandola las piernas y brazos, y no con un mechero o con unas cerillas, ¡la puta! la estaban quemando con sus propias manos y de la garganta de ___(tn) solo salían gritos y gemidos de dolor. 

-¡Dejarla, hostia puta!-grité entre jadeos- 

Todas las miradas se dirigieron hacia mi, mirándome con soberbia, todos los ojos de la habitación daban tremendo miedo, pues sus dueños estaban serios y no desprendían mucha simpatía. La habitación estaba pintada de blanco, y tenía algunos manchurrones de lo que parecía sangre, no tenía muebles solo la silla, en la que ___(tn) estaba sentada. 

-¿Quién eres?-dijo el hombre que estaba agrediendo a ___(tn). Era un hombre mayor, alto, de ojos verdes intenso y cabello color chocolate- 
-Tu puta madre-dije entre gritos- ¡soltad a ____(tn)! 
-Kenzi-dijo ___(tn) en un leve susurro- vete. 
-Y una mierda-dije acercándome a ella- no te pienso dejar sola. 
-En ese caso-dijo el hombre- ¡Drew!-gritó el hombre mirando hacia la puerta- 

En la puerta apareció un muchacho alto y rubio, joder, que bueno estaba, yo le daba. Joder. Kenzi, no es el momento de pensar en estas cosas. Se acercó a mi y bruscamente me ató de manos y pies sin dejarme movilidad alguna y me sentó justo al lado de ___(tn), en el suelo, la miré desde arriba, y su cara no mostraba sentimiento alguno, su piel blanca como la nieve tenía algunos lados rojizos y su larga melena estaba encrespada. 

-¿Alguien me explica que narices pasa aquí?-dije sin dejar de mirar a ___(tn)- 
-Te haré un pequeño resumen, humana-dijo el hombre mayor moviéndose por la sala- ___(tn) es la única fae que no pertenece a ningún clan y lo que es peor, es neutral, no está con ningún bando, y eso, no puede ser-dijo sin dejar de caminar por la sala, observaba cada movimiento suyo. Era un hombre muy elegante, vestía un traje negro, que parecía bastante caro, con un reloj y zapatos a juego- y ella, no quiere pertenecer a ningún bando, y bueno, hemos tenido que usar la fuerza. 
-Usad la fuerza para machacaros el cerebro-dije mirando a ese hombre a los ojos con mi mayor cara de asco- 

El hombre de una zancada, llegó a estar a milímetros de mi, se puso de cuclillas para quedar así cara a cara conmigo, levantó rápido su mano y ¡zas!, chocó brutalmente contra mi mejilla, causándome así un dolor terrible, indescriptible, mi mejilla ardía y de mi ojo se escapó una pequeña lágrima. 

-¡Deja a mi amiga!-chilló ____(tn)- 

En su cara se empezaron a dibujar pequeños copos de nieve, llegando hasta sus manos atadas a la silla, abrió de repente las manos y congeló completamente las cuerdas de pies y manos, con un movimiento rápido se deshizo de éstas y saltó sobre el hombre. Empujó a éste contra la pared y se separó unos milímetros de él, alzó su mano y dispuesta a congelarle completamente, apareció un muchacho alto, y delgado, pero fornido, su pelo era completamente rizado y sus ojos verdes desprendían dolor y miedo, no aguanté su mirada, y aparté la vista de él. Antes de que ___(tn) actuara sobre él hombre, el muchacho lanzó una llamarada proveniente de su mano y chocó contra el cuerpo de ___(tn), lanzandola a metros del hombre. El muchacho al ver a ___(tn) en el suelo se lanzó sobre ella, quedando él encima de ella. 

-¿Tú?-dijo sorprendido el muchacho- 
-¿Yo qué?-dijo ___(tn) con su mano levantada dispuesta ha causar mal- 

El muchacho bajó la mano y acarició delicadamente la mejilla de ___(tn). Soltó un gemido de dolor y la apartó rápidamente. ___(tn) bajó su mano lentamente, sin bajar la guardia, los dos se miraban a los ojos, sin casi pestañear. Sentí un pequeño pellizco en el corazón. Hacia años que no admiraba una imagen tan llena de amor. 

-¡Harry!-soltó el hombre de repente- ¡apártate! 
-Nos vemos en sueños-dijo el muchacho que se debía llamar Harry, se levantó rápido de encima de ___(tn) y salió de la habitación dando grandes zancadas- 

¿En sueños? Ese Harry debía fumar hierba de la buena. Posé mi mirada en el hombre, que miraba a ___(tn) sin pestañear, se habrá quedado flipando, normal. Unos seres tan contrarios, en una escena tan amorosa. 

-Si quieres seguir siendo neutral-soltó el hombre de repente- deberás batirte en duelo contra Abel y David, te advierto que son invencibles. 
-De acuerdo- aceptó ___(tn) incorporándose- 
-Mañana a las ocho, en la fábrica abandonada de textil-dijo desapareciendo de la habitación, seguido por un par de muchachos- 

____(tn) se acercó rápido a mi, deshaciéndome los nudos de las cuerdas que me ataban. Me fijé en su cara mientras me frotaba suave mis muñecas adoloridas por las fuertes cuerdas atadas hace segundos. 

-A ti te pone el Harry ese-dije de repente- 
-¿Qué dices?-dijo sorprendiéndose- sólo es raro, cómo un fae del fuego muestra cariño a una fae fría.